viernes, 11 de enero de 2008

Por la Senda de los Sueños

Por la senda de los sueños, sentado y abatido encima de un montículo arenoso, observé al emisario del amor, que yacía con mirada lasciva:

- el amor ha desaparecido del corazón de los Hombres. Por que he de malgastar mis flechas carmesí en almas con ojos vendados, en los cuales no se ve la luz que emanaban?- dijo Cupido.
- No sino a ellos que son los que olvidaron amar y ser amados han de dirigirse tus flechas, pues sus corazones están desatendidos y sus mentes se vuelven desdichadas y codiciosas-dije-. Pero, ¿no será tu propia soledad la causante de tu dilema?

A esto tardó en contestar lo que resultaron minutos, pero, levantándose de una manera forzada contestó:

- creo que mi soledad no es la causante de todo el mal; es mas bien la guinda de mi propio pastel. Pero cuentame como poder escapar de tal destino?
- Lanzando flechas, no hay elección. Cuando viniste a este mundo fue por una tarea concreta, por que demorarse cuando ya conoces todo lo necesario? Arduo es tu cometido, pero gran satisfacción recibes a cambio.
- Tal es así como lo cuentas, pero, a quien se lo cuento? Pues mis nuevas son conocidas allende el mar, pero, se sabe de mi existencia durante el año?

No pude contestarle, puesto que había caído en su trampa, impidiendome decir algo mas.
Segui caminando hasta que por algun camino, volvi a la cruda realidad llena de asfalto y caras opacas. Entonces recorde lo que dijo Cupido; era verdad que estaba malgastando flechas?

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